martes, 23 de enero de 2007

El Apra desenvaina su escopeta de dos cañones

La última fragata Lupo tiene doble cañón (Foto: Martín Pauca)


La campaña de demolición del Apra – con la abnegada y desinteresada colaboración del fujimorismo – contra el ex presidente Alejandro Toledo por haberse allanado ante la Corte de San José es una muestra más de la histórica escopeta de dos cañones con que suele actuar el hoy partido de gobierno.

Es que ahora resulta que el gobierno del doctor Alan García, que tanto critica a Toledo por aceptar algo que es evidente (la sistemática violación de derechos humanos durante el fujimorismo), hizo lo mismo, cuando reconoció ante la Corte de San José que el Estado peruano es el responsable de la muerte de nueve alumnos y un profesor de la universidad La Cantuta, crimen perpetrado por el Grupo Colina en 1992.

Perú.21, en su edición online, señala que en la audiencia de la Corte Interamericana sobre La Cantuta, realizada el 29 de setiembre de 2006, cuando Alan García tenía dos meses en el poder, el agente peruano Arturo Bazán Chacón, designado por el Gobierno, dijo que "el Estado peruano lamenta profundamente la suerte que corrieron este grupo de peruanos, nueve estudiantes y un profesor, y, al reiterar su pesar por el dolor causado a sus familias, también desea ratificar su compromiso de cumplir con sus obligaciones internacionales". Con qué cuajo los apristas se hacen los ofendidos e indignados porque Toledo hizo lo mismo en el caso Castro Castro. Por lo demás, en ambos crímenes – ignominiosos para nuestra historia reciente – no cabía otra respuesta, pero para los ‘compañeros’ no se trata de hacer lo correcto (para eso están los bomberos, dicen) sino hacer lo que más convenga para satisfacer la megalomanía de su líder.

Y ahora qué van a decir. Seguro se harán los locos, denunciarán al agente del Estado peruano que se allanó con la venia del gobierno de García buscando salvar el pellejo de su líder y el de ellos mismos, porque saben que sin Alan no son nada y que le deben poco menos que la vida; buscarán a toda costa los tres pies al gato y saldrán con alguna respuesta que parecerá sacada de la trastocada cabeza de Mario Poggi, como cuando dicen, segurísimos, que sí es viable, según el vademécum de tinterilladas de la Casa del Pueblo, un referéndum para aplicar la pena de muerte.

A estas alturas, ya resulta evidente que Toledo es el hueso que García lanzó a sus perros para tenerlos entretenidos y que estos, a su vez, se conviertan en una de las tantas distracciones para el pueblo mientras él elucubra otras con las cuales no bajar el telón por un buen rato para seguir pasando piola y alimentando su enorme ego. Entre tanto, las reformas impostergables en sectores como justicia, salud y educación se siguen postergando por desidia, ineptitud o conveniencia, o las tres juntas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Te felicito por el post...Alan en verdad es un personaje de novela, de thriller. Coincido contigo cuando dices que el Apra no es nada sin Alan, pero creo que el Apra con Alan no es el Apra, sino un remedo de partido, un grupo de camaleones dispuestos a bajarse los pantalones con tal de mantener sus cuotas de poder.

Anónimo dijo...

jaja... está bueno esa del hueso para sus perros, porque los apristas sí son unos perros, sobre todo el perro de chacra Mauricio... je