martes, 16 de enero de 2007

Alan García en el diván

Foto: Fidel Carrillo


Ya se ha dicho que es preocupante las señales que está empezando a dar el presidente Alan García en ciertos temas, como la terquedad que muestra en torno a la aplicación de la pena de muerte o su arremetida contra la Corte de San José. Incluso muchos empiezan a dudar sobre si ha cambiado o sigue siendo el mismo de 1985. ¿Es otro o el mismo de hace dos décadas? En una interesante nota de Perú.21, el jefe de Estado se pone bajo la mirada de tres sicólogos y sicoanalistas.

Roberto Lerner
Psicólogo

"ALAN TIENE CAPACIDAD TÓXICA"
El presidente Alan García no ha cambiado, ni es algo que teníamos por qué esperar. Lo que cambian son las circunstancias. Imagino que en algunas cosas ha madurado, pero, esencialmente, su matriz más íntima no cambia. García cree que, porque una idea le parece bonita o interesante, tiene que plasmarse en la realidad, pero la realidad es lo que es y, finalmente, termina frustrándolo. El presidente tiene capacidad tóxica. En general, las personas con poder en el Perú pueden hacer mucho daño. Por ejemplo, Alejandro Toledo no fue tóxico. García es potencialmente tóxico porque es una persona que, cuando las cosas no salen, siente que la realidad lo ha decepcionado y, entonces, trata de forzarla, y quienes hacen eso siempre salen por las patas de los caballos.

Luis Herrera
Psicoanalista

"NO HAY UN CAMBIO RADICAL"
Lamentablemente, hasta este momento no encuentro muchas razones que me hagan pensar que hay un cambio radical entre aquel Alan García y este, aunque tengo la esperanza de que si se produzca ese cambio. Su tendencia a aparecer constantemente en los medios y a imponer su voluntad, por ejemplo, en un tema tan delicado como la pena de muerte, aun sobre la Constitución, pueden ser un indicio realmente peligroso en relación con una actitud dominante y autoritaria. Lo que se esconde en tratar de imponer la pena de muerte es una suerte de incapacidad para encontrar respuestas en el campo de la vida. Su postura frente a este asunto, además de autoritaria, es manipuladora. García debería asumir una actitud autocrítica; si no, estaremos frente a un autoritarismo y a un narcisismo extremos.

Jorge Bruce
Psicoanalista
"AHORA GARCÍA ES MÁS CÍNICO"
Claro que ha cambiado, ha evolucionado, pero no necesariamente para mejor. A Alan García la experiencia le ha enseñado a manejarse con más habilidad; ahora no es igualmente impetuoso, es más cínico, da la impresión de que está menos preocupado por los principios y más por la popularidad. Es más calculador, más pragmático, con un comportamiento autoritario, omnipotente y excesivamente protagónico; parece que tiene una especie de identificación inconsciente con Fujimori. No se ve ningún indicador de que quiera ponerle coto a esta actitud; al contrario, parece que la fuera acentuando cada vez más, que no sería tan grave si no estuviera acompañada por un tufillo dictatorial. Lo que nos toca es alertarlo a él mismo, a su partido y a la opinión pública.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No ha cambiado y si lo ha hecho no ha sido para bien, como dice Bruce.