Esta imagen podría repetirse en breve. (Ilustración de Alonso Núñez)
Alan García perdió el 'monopolio' de fijar la agenda política nacional, al menos en las últimas semanas dominadas por el tema de las malas compras en los ministerios, en especial en el caso de las adquisición de 469 patrulleros sobrevalorados a la firma Gildemeister, el cual ha hecho más obvio, desde la llegada de Alva Castro a Interior, las viejas pugnas apristas que amenazan con desestabilizar al Gobierno.
Y como van las cosas, no asoman indicios que permitan pensar en que esta situación va a variar en los próximos días – así se filtren por ahí algunos ‘escandaletes’ como el de las fotos de unos congresistas matando su tiempo libre con unas garotas – porque con regularidad se hacen públicas las diferencias entre Alva Castro y Jorge del Castillo, que el mismo Alan García parece alentar, dicen que para contrarrestar la imagen y peso político propios que está ganando su primer ministro y que amenazan con opacarlo. Santiago Pedraglio, en una entrevista que aparece en El Comercio, ha dicho bien: “García no puede tener un segundo, sino varios terceros”.
La última ha sido la versión de que del ministro del Interior pretende dejar de lado el acuerdo con Automotores Gildemeister S.A. que anunció Del Castillo, que pasa por dejar sin efecto, de mutuo acuerdo, el contrato para la compra de patrulleros y evitar las consecuencias judiciales derivadas de ello. Alva quiere anularlo unilateralmente e iniciar las acciones legales contra los ejecutivos de la empresa proveedora de los vehículos y contra los funcionarios del ministerio implicados en la irregular licitación, incluida la ex ministra Pilar Mazzetti. Al respecto, el premier ha aseverado que la posición del Gobierno es la que él ha expresado y ha salido en defensa Mazzetti. “El resto son especulaciones”, dice.
Pero es lógico pensar que cuando este tema se vea en el Consejo de Ministros pase lo que antes: es decir, que García desautorice a su jefe de gabinete y apoye el pedido de Alva Castro, como cuando dejó sin piso a Del Castillo al anunciar, primero, que lo de los patrulleros quedaba en “Stand by” y, luego, que se anulaba la compra y se hacía una nueva licitación, a pesar de que ya su primer ministro había impulsado la renegociación con la firma proveedora y logrado una rebaja de S/. 11 millones respecto del precio inicial de los vehículos. Un desenlace así dejaría en una posición tan incómoda a Del Castillo que no le quedará otra opción que la renuncia y quizás recién ahí García se anime a mudar de Córpac a Miraflores a Alva Castro.
PD: Otro hecho que preocupa es la revelación que hizo Velásquez Quesquén: insinuó que Luis Nava, secretario de la Presidencia y cercanísimo personaje a García, habría tenido que ver con la filtración de las fotos donde aparece en un local nocturno en Sao Paulo a la revista Caretas. Es decir, Palacio habría retomado la producción de cortinas de humo para sacar de discusión temas incómodos, como el de las pugnas entre Alva Castro y Del Castillo y el fracaso del shock de inversiones. Y si para ello tiene que poner en ridículo al jefe de la bancada gobiernista, lo hace sin chistar.
Y como van las cosas, no asoman indicios que permitan pensar en que esta situación va a variar en los próximos días – así se filtren por ahí algunos ‘escandaletes’ como el de las fotos de unos congresistas matando su tiempo libre con unas garotas – porque con regularidad se hacen públicas las diferencias entre Alva Castro y Jorge del Castillo, que el mismo Alan García parece alentar, dicen que para contrarrestar la imagen y peso político propios que está ganando su primer ministro y que amenazan con opacarlo. Santiago Pedraglio, en una entrevista que aparece en El Comercio, ha dicho bien: “García no puede tener un segundo, sino varios terceros”.
La última ha sido la versión de que del ministro del Interior pretende dejar de lado el acuerdo con Automotores Gildemeister S.A. que anunció Del Castillo, que pasa por dejar sin efecto, de mutuo acuerdo, el contrato para la compra de patrulleros y evitar las consecuencias judiciales derivadas de ello. Alva quiere anularlo unilateralmente e iniciar las acciones legales contra los ejecutivos de la empresa proveedora de los vehículos y contra los funcionarios del ministerio implicados en la irregular licitación, incluida la ex ministra Pilar Mazzetti. Al respecto, el premier ha aseverado que la posición del Gobierno es la que él ha expresado y ha salido en defensa Mazzetti. “El resto son especulaciones”, dice.
Pero es lógico pensar que cuando este tema se vea en el Consejo de Ministros pase lo que antes: es decir, que García desautorice a su jefe de gabinete y apoye el pedido de Alva Castro, como cuando dejó sin piso a Del Castillo al anunciar, primero, que lo de los patrulleros quedaba en “Stand by” y, luego, que se anulaba la compra y se hacía una nueva licitación, a pesar de que ya su primer ministro había impulsado la renegociación con la firma proveedora y logrado una rebaja de S/. 11 millones respecto del precio inicial de los vehículos. Un desenlace así dejaría en una posición tan incómoda a Del Castillo que no le quedará otra opción que la renuncia y quizás recién ahí García se anime a mudar de Córpac a Miraflores a Alva Castro.
PD: Otro hecho que preocupa es la revelación que hizo Velásquez Quesquén: insinuó que Luis Nava, secretario de la Presidencia y cercanísimo personaje a García, habría tenido que ver con la filtración de las fotos donde aparece en un local nocturno en Sao Paulo a la revista Caretas. Es decir, Palacio habría retomado la producción de cortinas de humo para sacar de discusión temas incómodos, como el de las pugnas entre Alva Castro y Del Castillo y el fracaso del shock de inversiones. Y si para ello tiene que poner en ridículo al jefe de la bancada gobiernista, lo hace sin chistar.
2 comentarios:
Creo que el ego de Alan lo hará perder uno de los pocos apristas valiosos y decentes que hay, como Jorge del Castillo...
Hola Alejandro, creo que hace rato debio irse Del Castillo y no esperar el maltrato que García suele hacer a sus ministros como en el caso de los patrulleros y ambulacias...
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