jueves, 14 de junio de 2007

La gran bacanal

LA MESA NOSTRA: 1) Agustín Mantilla; 2) Óscar López Meneses ; 3) General del Ejército en actividad Roberto Vértiz 4) Javier Ríos; 5) Comandante EP en actividad José ‘Chino’ Cuadra; 6) Jorge Luis Mantilla. (Foto: Caretas)

Lo que se come (y habla) en público no es lo mismo que lo que se cocina en privado. Esa parece ser la línea de acción del Gobierno: la famosa escopeta de dos cañones. Y las dudas crecen luego de que se conociera la reunión non sancta que el martes 12 de junio tuvieron en un ambiente privado de un conocido restaurante miraflorino Agustín Mantilla (no necesita presentación), su hermano, Óscar López Meneses (ex testaferro y brazo derecho de Montesinos), dos militares y Javier Ríos Castillo, en ese momento uno de los candidatos finalistas al Tribunal Constitucional y quien fuera, un día después (el miércoles 13), electo por el Congreso, con votos apristas y fujimoristas, para ocupar una plaza de magistrado de ese organismo, en una elección hecha al ‘caballazo’ y cuestionada por sectores de la oposición, que denunciaron un copamiento aprista en el tribunal. ¿Fue la extradición de Fujimori el plato central de la comilona?.

La difusión en los medios de comunicación de este cónclave generó tal revuelo y escándalo que obligó al Congreso, un día después de elegir a los cuatro nuevos miembros del tribunal, a dar marcha atrás y dejar sin efecto la designación de Ríos Castillo, quien, a su vez, se vio obligado a renunciar al cargo, pese a que había negado sus vínculos con Mantilla y el fujimorismo. Esto quizás explique el manto de secretismo y mediocridad con que la comisión del parlamento encargada de evaluar a los candidatos al TC, presidida por el aprista Aurelio Pastor, llevó a cabo su trabajo. No se conoció la terna final de candidatos que se iba a presentar al Pleno hasta el momento mismo en que se votó y eligió, sin previo debate, a los cuatro nuevos magistrados. Castillo ya fue desembarcado, pero aún hay dudas entre los otros nuevos miembros, especialmente en el caso de Vladimir Paz de la Barra.

Ahora se entiende un poquito mejor por qué tanto celo de Pastor, pese a los públicos pedidos para que hiciera más transparente el proceso de selección. Es que los elegidos no eran los mejores, pero sí los más afines para los intereses políticos de los partidos, cuyas bancadas son finalmente las que los eligen. Hacer transparente la elección era desnudar las miserias de los elegidos por cada grupo político. Ríos Castillo no solo almuerza con lo más graneado de ‘la cosa nostra’ del país, también fue acusado de defraudación tributaria pero absuelto por un tribunal integrado por el ‘Chino’ Rodríguez Medrano; Paz de la Barra estuvo inmerso en un proceso judicial por haber extraviado, cuando era juez, el expediente del narco colombiano Evaristo Porras, alías ‘Papá Doc’. Del resto – Luis Alarcón Quintana, militante aprista hasta hace dos años, y Gerardo Eto Cruz – no se conoce mucho.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es lamentable lo que ha pasado con la eleccion de los miembros del TC. Ha quedado demostrado que el APra busca copar el TC con gente allegada a Fujimori para darle seguro una ayudadita para cuando enfrente a la justicia

Anónimo dijo...

Ahora sí, aunque el Apra lo niegue, ha quedado demostrado que Mantilla sigue teniendo un gran poder no solo en el Apra sino también en el Gobierno. Hasta se moviliza con resguardo, como si fuera funcionario.