miércoles, 31 de enero de 2007

La universidad pública necesita repensarse

Planteamiento sobre educación universitaria se debatiría con prioridad en el Congreso. (Foto: Martín Pauca)


La propuesta legislativa que ya está en el Congreso y que busca que aquellos estudiantes de una universidad pública que tengan los recursos económicos para pagar su educación lo hagan es, a priori, buena. Más aún conociendo las enormes limitaciones presupuestarias que tienen estas instituciones educativas del Estado para financiar una enseñanza adecuada, tanto en el aspecto académico como en infraestructura. Una iniciativa así, además, serviría para que estas casas de estudio generen recursos propios y atenúen en algo sus precarias situaciones.

Pero, ojo, si el proyecto de ley se aprueba en el Pleno y no se establecen los mecanismos y parámetros adecuados para determinar quién puede pagar y quién no, esto puede terminar pervirtiendo la positiva aspiración que tenía la propuesta inicial. Ya lo dice el dicho: el infierno está lleno de buenas intenciones. Y no olvidemos que estamos en el país de los posibles, de los criollazos y pendejos, y más temprano que tarde es probable que, si no se piensa bien cómo aplicamos la selección, se encuentren formas de sacarle la vuelta a la disposición y se termine, incluso, promoviendo nuevas formas de corrupción en las autoridades universitarias.

Por lo demás creo que es justo que quienes tienen los recursos económicos para financiar su educación en una universidad estatal lo hagan. Ahora, las cifras arrojan que en los últimos años la mitad de postulantes a las tres principales universidades estatales de Lima (San Marcos, La Agraria y la UNI) provienen de colegios privados. Pero es cierto también que ante la deplorable situación de la educación en las escuelas estatales – algunas son miniescuelas del hampa y el crimen – muchos padres hacen hasta lo indecible para poder mandar a sus hijos a un colegio privado (varios de estos no son caros y cuestan entre 80 y 200 soles mensuales) pensando en darles una vida mejor que, quizás, la que ellos tuvieron. Eso es admirable. Pero el sueño de la universidad particular ya les resulta inalcanzable.

Es seguro que en las universidades del Estado hay excepciones, gente que ha estudiado en colegios de primer nivel, donde pagaban hasta 500 dólares mensuales y eligieron estas instituciones porque tienen facultades de gran prestigio y nivel – como Medicina en San Marcos o Industrias Alimentarias en La Agraria – pero asumo que no deben ser lo más, porque es lógico que quien tiene dinero elija una universidad privada.

Por ello este tema debe abordarse con amplitud de criterio, escuchando a los que conocen la problemática y despojándose de follajes ideológicos que impidan ver las cosas en su real dimensión, y encontrar soluciones ingeniosas a la crisis en las universidades públicas y repensar los criterios bajo los que han venido funcionando, porque lo único concreto es que el Estado no está en la capacidad de dar una eficiente educación a los jóvenes que les permita competir en igualdad de condiciones con los que salen de instituciones privadas. Pero temo que esto va ser difícil, debido a la costumbre retrógrada que termina polarizando al país cuando se debaten temas tan importantes como este, y también por la desconfianza que hay en la gente respecto de las autoridades.

Ya veo a todos los sindicatos de izquierda gritando por las calles, sembrando desorden y caos y culpando a la derecha de querer privatizar la educación, y estos llamando a aquellos cavernarios y culpándolos de todos los males del país, sin darse cuenta que ambos han trabajado tanto por el estancamiento estructural en que vivimos, por la tendencia que tenemos al subdesarrollo, por esa persistente amenaza a la ruina total y la absoluta carencia de soluciones adecuadas.

lunes, 29 de enero de 2007

Controversia limítrofe no se ha superado

Por afuera risas y ¿por dentro?

Si hay algo que quedó claro en toda esta confusa y controvertida historia por el polémico proyecto de ley chileno – ya observado – que creaba la nueva región Arica y que redefinía unilateralmente la frontera con Tacna, fue la disposición de Alan García a tragar sapos y asumir el costo político interno que podía significar el ocultamiento de este hecho con tal de no perjudicar el impulso que le había dado a las relaciones con Chile, algo que, evidentemente, Michelle Bachelet no estuvo dispuesta a hacer.

Como indica un reportaje del diario La Tercera de Chile, este tema explotó en diciembre pasado, cuando el Senado de este país aprobó el citado proyecto, elaborado por el gobierno de Ricardo Lagos en 2005, pero le introdujo un cambio que llevaba la firma de Bachelet: en el artículo uno de la norma, se indicaba que la frontera norte sería el límite con Perú “desde el Hito Nº1 hasta el Hito 80 tripartito de la frontera con Bolivia”. Esto modificaba de forma unilateral los límites con nuestro país, fijados en el tratado de 1929 en el Punto de la Concordia, a orillas del mar, y no el Hito Nº1, que está unos 220 metros mar adentro, lo que en proyección recortaba entre 19,000 m2 y 35,000 m2 de territorio tacneño.

Esto causó malestar en el Ejecutivo peruano, y se lo hizo saber a Chile de manera formal e informal, pero siempre manteniendo absoluta discreción. El 10 de enero el gobierno peruano entregó un reclamo a la Cancillería chilena por este tema, hecho que coincidió con la invitación de Bachelet a su par peruano para que viajen juntos a Quito para la asunción de Correa, pero ante el impasse fronterizo García prefirió volar solo. El gobierno chileno admitió que había sido un error involuntario introducir el cambio a la ley. Perú quería una solución rápida a esta controversia porque no sabía cuánto más podía mantener bajo la sombra este asunto. Una salida era que Bachelet vetara la norma, pero esto significaba que la presidenta se corrigiera a sí misma y, por ende, abriera una ventana para que la oposición la hiciera trizas, situación por la que no estaba dispuesta a pasar. Lo único que quedaba era que el Tribunal Constitucional (TC) de Chile observara el proyecto y lo devuelva al Congreso para su corrección. Así, el Ejecutivo chileno inició un intenso lobby en el TC y logró que objetara su proyecto. Normalmente – dice La Tercera – cuando esto pasa es una derrota para el gobierno, pero esta vez se celebró como si fuera una victoria.

Este asunto se conoció en la prensa tanto de Chile y Perú el mismo día en que se 'superó' – al menos de momento – la controversia. En realidad lo único superado fue el escándalo que se habría sucedido si el tema se hubiera conocido desde el primer día. Y es que el optimismo que el Ejecutivo peruano ha mostrado, a través del mismo García, al dar por cerrado y solucionado este tema, contrasta con lo expresado por el premier Jorge del Castillo, quien advirtió que no hay que bajar la guardia porque en Chile “hay gente capaz de cualquier barbaridad para perjudicar las relaciones bilaterales”. Y parece que el primer ministro puso las cosas en su real dimensión, porque en Santiago se asegura que la posición de su gobierno sobre los límites con el Perú no ha variado, ya que el fallo del TC se pronunció sobre cuestiones de forma y no de fondo. Incluso, se señala que existen otras leyes que confirman el uso del Hito Nº1 como punto de referencia para trazar la línea de frontera con el Perú, como la Ley de Pesca. Está también el hecho de que Chile, al firmar la Convención del Mar en 2002, estableció su definición del límite fronterizo en el hito número uno. Así, pues, la controversia por este asunto está lejos de superarse porque las diferencias están ahí y parecen irreconciliables.

El Perú, más de allá de la decisión – creo que correcta – de no estropear las relaciones con Chile, debería de una vez buscar, por los canales correspondientes y de ser necesario recurrir a la Corte de la Haya, la solución a las diferencias limítrofes existentes haciendo respetar los tratados firmados y la soberanía de nuestro país. Debería hacerlo, además, sin aspavientos pero con firmeza. Lamentablemente no será fácil, porque en ambos países hay gente demasiada interesada en que nos llevemos mal, reviviendo las heridas del pasado, impidiéndolas cicatrizar y sacando un beneficio político de todo esta situación.

sábado, 27 de enero de 2007

Solo la muerte puede entrar a Palacio

Pacífico manifestante pro-vida es sacado en peso de la Plaza Mayor.


Vergonzoso. Esa es una de las palabras que define lo que hace el gobierno aprista. Marco Sifuentes, autor del Útero de marita, ha dicho bien: “Alan García se ha desnudado. La marcha relámpago de hoy (viernes 26 de enero) cumplió su objetivo. A pesar de la poca asistencia, podemos hablar de un verdadero triunfo de los convocantes (la mayoría de ellos, miembros de nuestra cholósfera). Demostraron que el lema de este gobierno es: ‘A mis amigos, todo. A mis enemigos, la ley’”.

Así es señores: la gente que está en el poder nos teme. Se ponen nerviosos y se asustan cuando saben que sus ‘enemigos’ – aquellos que rechazamos la barbarie y creemos en la vida – tienen la razón. Les incomoda no tener la razón, saberse equivocados y que no a todos se les puede engañar, manipular y utilizar. ¿O de verdad alguien creyó que detrás de la insistencia por la pena de muerte está el loable objetivo de darles a los peruanos un Perú mejor para vivir? No, en realidad la seguridad de nosotros no desvela a García y sus acólitos. Es su interés personal el que está detrás de todo esto, y si tiene que aprovecharse del dolor y sufrimiento de millones de peruanos no se hace problemas. Por ello quiere un referéndum para matar terroristas y violadores, porque sabe que la población apoya esas medidas y porque sabe también que al conseguirlo tiene que denunciar la Convención de derechos humanos y, a partir de ahí, reírse de los fallos de la Corte de San José, que en un par de meses dicta sentencia por los asesinatos del sindicalista minero Saúl Cantoral y de Consuelo García, crímenes cometidos por el comando asesino – mal llamado Rodrigo Franco – que lideró Mantilla con su beneplácito.

Hay que destacar que dos policías sostuvieron un corto pero sincero diálogo, casi entre susurros, con José Alejandro Godoy, desde cuyo blog se convocó a la marcha, luego de reprimir a los manifestantes e impedirles llegar a Palacio para que los reciba, en lo que habría sido un verdadero acto de sumo valor democrático, el jefe de Estado :

– ¿Por qué a unos sí los dejaron pasar la semana pasada hasta el propio patio de Palacio y por qué a los otros los tuvieron que sacar? – les preguntó de forma adecuada José Alejandro.
– Tú sabes quién dio las órdenes, de arriba vino la cosa – le confesó uno de los efectivos.
– Tú sabes que esto es político – agregó el segundo policía.

Saquen sus conclusiones. Así fueron las cosas. La verdad que el actuar de García ya empieza a preocupar y sus decisiones en lugar de ser analizadas por el Consejo de Ministros deben ser examinadas por una junta médica. El año nuevo le trajo viejas mañas al mandatario. Ojo que recién lleva seis meses en el poder y parace creer que mientras la economía marche bien y tenga contentos a los empresarios puede hacer de las suyas. Que no se equivoque, si no pregúntenle a los 12 apóstoles de su primer gobierno.

viernes, 26 de enero de 2007

Rey: ¡Al diablo la institucionalidad!

Hitleriana tapa de Caretas, con Rey a la cabeza.

Es increíble que un ministro de Estado use el siguiente argumento para defender una decisión de un gobierno que se dice democrático: "Olvídense de la independencia de una institución, lo que importa es el objetivo". Rafael Rey dixit. De esta manera el titular de la Producción justificó la incorporación – y para efectos prácticos, desaparición – del Consejo Nacional de Descentralización a la Presidencia del Consejo de Ministros. Más allá de la conveniencia o no de esta decisión para el proceso de regionalización, discusión necesaria que se debe dar ampliamente, un funcionario de gobierno debe evitar este tipo de mensajes porque socavan la institucionalidad del país que, dicho sea de paso, aún no terminamos de recuperar.

No debería sorprender, empero, que Rey use argumentos de este tipo. Él siente una inquietante fascinación por prácticas antidemocráticas, como las que defendía con entusiasmo durante el fujimorismo. “El fin justifica los medios”, era la máxima que rigió los designios del país durante la década dictatorial del prófugo. Así se liquidó al senderismo, matando por sospecha, arrasando y desapareciendo familias enteras de campesinos, entrando a los penales para darles el tiro de gracia a los cabecillas senderistas. Al final, se logró el objetivo ¿verdad?. Y Rey aplaudía, aunque ahora critique las consecuencias que estamos sufriendo gracias a ese raciocinio criminal.

Parece que su quinquenio reciente de férreo opositor del toledismo fue agotador. Se cansó de ser el abanderado de las buenas prácticas gubernamentales y el cancerbero de los falsificadores de firmas. Decidió cruzar el charco, mancharse los pantalones y las manos, y estar del lado del poder. Es sin duda una posición más cómoda y conveniente. Y si para mantener esos privilegios tiene que defender la pena de muerte que su jefe quiere aplicar lo hace sin pestañear: manda de vacaciones a su consciencia y archiva sus pías y decimonónicas convicciones de cura del opus dei. “El fin justifica los medios”, si de acabar con terrucos y violadores se trata, ¿verdad Rafael?.

Rey más que ministro de algo parece vocero, defensor y ayayero de García. Las funciones propias de su trabajo como titular de la Producción son más técnicas que políticas y, por ende, desprovistas de protagonismo público, algo que parece no tolerar. Incluso da la sensación de que disfruta más que el premier Del Castillo defendiendo las decisiones del régimen. O es que acaso está buscando reacomodarse en el gabinete. Por lo demás, no le hace un gran favor al régimen ni a su propia imagen, la cual estaba asociada a la de un tipo que tenía pinta de ser un político correcto, si cabe el término dentro de la concepción que se tiene, o que la gente tiene, de la política.

martes, 23 de enero de 2007

El Apra desenvaina su escopeta de dos cañones

La última fragata Lupo tiene doble cañón (Foto: Martín Pauca)


La campaña de demolición del Apra – con la abnegada y desinteresada colaboración del fujimorismo – contra el ex presidente Alejandro Toledo por haberse allanado ante la Corte de San José es una muestra más de la histórica escopeta de dos cañones con que suele actuar el hoy partido de gobierno.

Es que ahora resulta que el gobierno del doctor Alan García, que tanto critica a Toledo por aceptar algo que es evidente (la sistemática violación de derechos humanos durante el fujimorismo), hizo lo mismo, cuando reconoció ante la Corte de San José que el Estado peruano es el responsable de la muerte de nueve alumnos y un profesor de la universidad La Cantuta, crimen perpetrado por el Grupo Colina en 1992.

Perú.21, en su edición online, señala que en la audiencia de la Corte Interamericana sobre La Cantuta, realizada el 29 de setiembre de 2006, cuando Alan García tenía dos meses en el poder, el agente peruano Arturo Bazán Chacón, designado por el Gobierno, dijo que "el Estado peruano lamenta profundamente la suerte que corrieron este grupo de peruanos, nueve estudiantes y un profesor, y, al reiterar su pesar por el dolor causado a sus familias, también desea ratificar su compromiso de cumplir con sus obligaciones internacionales". Con qué cuajo los apristas se hacen los ofendidos e indignados porque Toledo hizo lo mismo en el caso Castro Castro. Por lo demás, en ambos crímenes – ignominiosos para nuestra historia reciente – no cabía otra respuesta, pero para los ‘compañeros’ no se trata de hacer lo correcto (para eso están los bomberos, dicen) sino hacer lo que más convenga para satisfacer la megalomanía de su líder.

Y ahora qué van a decir. Seguro se harán los locos, denunciarán al agente del Estado peruano que se allanó con la venia del gobierno de García buscando salvar el pellejo de su líder y el de ellos mismos, porque saben que sin Alan no son nada y que le deben poco menos que la vida; buscarán a toda costa los tres pies al gato y saldrán con alguna respuesta que parecerá sacada de la trastocada cabeza de Mario Poggi, como cuando dicen, segurísimos, que sí es viable, según el vademécum de tinterilladas de la Casa del Pueblo, un referéndum para aplicar la pena de muerte.

A estas alturas, ya resulta evidente que Toledo es el hueso que García lanzó a sus perros para tenerlos entretenidos y que estos, a su vez, se conviertan en una de las tantas distracciones para el pueblo mientras él elucubra otras con las cuales no bajar el telón por un buen rato para seguir pasando piola y alimentando su enorme ego. Entre tanto, las reformas impostergables en sectores como justicia, salud y educación se siguen postergando por desidia, ineptitud o conveniencia, o las tres juntas.

sábado, 20 de enero de 2007

Asia, la estupidez con clase (sigue siendo estupidez)

Alcaldías serán las encargadas de garantizar el libre ingreso a las playas del litoral. (Foto: Raúl García)


Hay que saludar la decisión del Congreso de aprobar un proyecto que establece normas más claras y específicas a las que actualmente hay – y nadie cumple ni las autoridades hacen cumplir – para garantizar el libre tránsito de personas por las playas y otros espacios públicos. Incluye, para infractores, penas de entre dos y tres años de cárcel. Solo falta que el Ejecutivo promulgue esta iniciativa.

No es que sea ingenuo y crea que la discriminación y el racismo desaparecerán con una ley. Pero cualquier intento de combatir esta situación es bien recibida. Actitudes racistas y discriminatorias están en la piel y el origen de cada persona, y en algunos casos de forma más conciente que otros. Incluso quienes creemos en la igualdad hemos discriminado, por distintas razonas, alguna vez. Ya en el siglo XVIII Rousseau decía que la igualdad era un derecho que ningún poder humano podía convertir en un hecho, palabras que nunca perderán vigencia.

Pero lo que está pasando en Asia, aquel gueto al sur de Lima que consagra la frivolidad, la estupidez y el hedonismo, ya es indignante. Nadie duda que es un derecho de cada quien ser frívolo, estúpido y hedonista – el que puede, puede y el que no, que aplauda –, pero de ahí a lesionar la dignidad de las personas como única forma de sentirse superior no se puede aceptar. Ese es el caso, por ejemplo, de las empleadas domésticas que trabajan en las modernas casas de playa de Asia. Se les obliga a vestir de blanco, para que nadie dude de su condición; se les prohíbe hacer amistad entre ellas (¡no pueden andar en grupos de tres ni reírse con soltura!), y tampoco pueden bañarse en el mar hasta que el sol se hunda en el horizonte. “Sí no te gusta mamita hay otras chicas como tú que estarían fascinadas de trabajar aquí”, alegan las señoronas plásticas ante eventuales ‘peros’ de las agraviadas. Parece que la imbecilidad humana, en muchos casos, – no en todos, hay honrosas excepciones – es directamente proporcional a la cantidad de dígitos de las cuentas bancarias, y si están en algún paraíso financiero del caribe, mejor.

¿Por qué ese ánimo de humillar y de agraviar a las personas, de hacerlas sentir inferiores?; ¿por qué se empeñan en acentuar esa grieta social que los separa?; ¿necesitan refregarles en el rostro que no pertenecen al mundo que ellos – con su plata y con su clase – construyeron para sí?; ¿por qué hacerles la existencia más dura de lo que ya es seguramente?. No se dan cuenta que con esa actitud solo engendran odio y resentimiento, y no envidia. Están en su legítimo derecho de ostentar toda la opulencia exterior que les sea posible, y se agradece la consideración que tuvieron al irse más de 97 kilómetros al sur de la realidad, pero la pobreza de espíritu que demuestran con tanto orgullo no es justificación para pisotear la dignidad de la gente a la que emplean para labores tan dignas como las domésticas, y, en algunos casos, también para satisfacer los bajos vientres de los señorones y señoritos de la casa.

No esperemos a hacer lo correcto porque una ley lo dice. Asumamos un compromiso personal de rechazar prácticas de discriminación y racismo, vengan de donde vengan, porque no solo se discrimina en Asia. Se discrimina, y por motivos diversos (sexo, raza, religión o por simple ignorancia), en casi todos los ámbitos de actividad humana: para prohibirte el ingreso a un restorán te dicen que ahí no venden chanfainita con mote; en una empresa te explican, para negarte una plaza, que tu perfil no encaja con el requerido y el rechazado no entiende nada, vuelve a revisar su hoja de vida, confundiéndose más, hasta que se da cuenta que olvidó colocar, junto a su competente perfil profesional, una fotografía suya; la tabla de valores que algunos medios de comunicación parecen tener a la hora de abordar una noticia consigna que la muerte de un americano, de un inglés u otro ciudadano de cualquier latitud occidental, equivale a la masacre de 100 iraquíes, somalíes o sudaneses. ¿Cambiarán este tipo de actitudes? Dicen que la esperanza es un instinto que solo el razonamiento humano puede matar.

miércoles, 17 de enero de 2007

Disolviendo temores

Foto: Paul Vallejos (Perú.21)


Haciendo memoria, uno encuentra que durante el fragor de la campaña electoral que llevó de vuelta a la Presidencia a Alan García el hoy mandatario hizo una advertencia en el sentido de que él no tendría mayores reparos en cerrar el Congreso y mandar a sus casas a sus miembros si es que estos no estaban a la altura de las exigencias del país. Fue una velada amenaza antidemocrática, que en ese momento no se le dio importancia porque se podía entender como un intento de ganar votos, dado el inmenso y merecido desprestigio que se había ganado en la gente el Parlamento anterior.

Pero aquellas viejas palabras de campaña hoy cobran una relevancia que no se puede soslayar y no dejan de preocupar. Desde el inicio del gobierno de García la relación Ejecutivo – Legislativo ha sido tirante. Recordemos las embestidas del mandatario y miembros del gabinete contra el Congreso por diversos temas, que en muchos casos tenían su origen en las viejas pugnas internas entre dirigentes apristas. Pero el punto más álgido ha sido el tema de la pena de muerte.

"No es la primera vez en que la clase política se pone a espaldas del pueblo”, dijo García en un comunicado luego de que el Congreso archivara su propuesta para mandar al paredón de fusilamiento a los terroristas. “Es doloroso que mientras el 80% de la población está a favor de esta medida, quienes se llaman sus representantes y quienes opinan, que son una pequeña minoría, intentan bloquear antidemocráticamente la voluntad del pueblo peruano", añadió. ¿No es esta una prueba de que los legisladores no están a la altura de las exigencias del país o, mejor dicho, de sus caprichos personales?

Con su pataleta por la pena de muerte García no estará, acaso, allanando el camino para ‘di-sol-ver’ el Congreso. De ser esa la idea que está dando vueltas en su cabeza quizá no lo haga a lo bestia, usando tanques como Fujimori, y escoja más bien las vías constitucionales. No se puede, empero, afirmar que ese sería el desenlace de este empecinamiento presidencial con el tema de la pena de muerte, que ya está enrareciendo el ambiente. Sabiendo que el poder obnubila, enceguece y enloquece - como las mujeres - no está de más advertirlo y disolver, de esta forma, nuestros temores.

martes, 16 de enero de 2007

Alan García en el diván

Foto: Fidel Carrillo


Ya se ha dicho que es preocupante las señales que está empezando a dar el presidente Alan García en ciertos temas, como la terquedad que muestra en torno a la aplicación de la pena de muerte o su arremetida contra la Corte de San José. Incluso muchos empiezan a dudar sobre si ha cambiado o sigue siendo el mismo de 1985. ¿Es otro o el mismo de hace dos décadas? En una interesante nota de Perú.21, el jefe de Estado se pone bajo la mirada de tres sicólogos y sicoanalistas.

Roberto Lerner
Psicólogo

"ALAN TIENE CAPACIDAD TÓXICA"
El presidente Alan García no ha cambiado, ni es algo que teníamos por qué esperar. Lo que cambian son las circunstancias. Imagino que en algunas cosas ha madurado, pero, esencialmente, su matriz más íntima no cambia. García cree que, porque una idea le parece bonita o interesante, tiene que plasmarse en la realidad, pero la realidad es lo que es y, finalmente, termina frustrándolo. El presidente tiene capacidad tóxica. En general, las personas con poder en el Perú pueden hacer mucho daño. Por ejemplo, Alejandro Toledo no fue tóxico. García es potencialmente tóxico porque es una persona que, cuando las cosas no salen, siente que la realidad lo ha decepcionado y, entonces, trata de forzarla, y quienes hacen eso siempre salen por las patas de los caballos.

Luis Herrera
Psicoanalista

"NO HAY UN CAMBIO RADICAL"
Lamentablemente, hasta este momento no encuentro muchas razones que me hagan pensar que hay un cambio radical entre aquel Alan García y este, aunque tengo la esperanza de que si se produzca ese cambio. Su tendencia a aparecer constantemente en los medios y a imponer su voluntad, por ejemplo, en un tema tan delicado como la pena de muerte, aun sobre la Constitución, pueden ser un indicio realmente peligroso en relación con una actitud dominante y autoritaria. Lo que se esconde en tratar de imponer la pena de muerte es una suerte de incapacidad para encontrar respuestas en el campo de la vida. Su postura frente a este asunto, además de autoritaria, es manipuladora. García debería asumir una actitud autocrítica; si no, estaremos frente a un autoritarismo y a un narcisismo extremos.

Jorge Bruce
Psicoanalista
"AHORA GARCÍA ES MÁS CÍNICO"
Claro que ha cambiado, ha evolucionado, pero no necesariamente para mejor. A Alan García la experiencia le ha enseñado a manejarse con más habilidad; ahora no es igualmente impetuoso, es más cínico, da la impresión de que está menos preocupado por los principios y más por la popularidad. Es más calculador, más pragmático, con un comportamiento autoritario, omnipotente y excesivamente protagónico; parece que tiene una especie de identificación inconsciente con Fujimori. No se ve ningún indicador de que quiera ponerle coto a esta actitud; al contrario, parece que la fuera acentuando cada vez más, que no sería tan grave si no estuviera acompañada por un tufillo dictatorial. Lo que nos toca es alertarlo a él mismo, a su partido y a la opinión pública.

Los Del Solar

No, no es un piloto para un nueva serie de TV.


La segunda vicepresidenta del Perú, Lourdes Mendoza del Solar, no cabía en su pellejo. Asumió, por algunas horas, las riendas del despacho presidencial ante la ausencia de Alan García, quien se fue a Ecuador para la asunción de mando de Rafael Correa. Aprovechó la oportunidad y la presencia de la prensa para eternizarse cumpliendo algunas actividades, vestida en un elegante traje, a lo Lady D.

Tanta sería la emoción de la vicepresidenta que, en un hecho insólito, mandó a traer a su numerosa familia desde Arequipa y los presentó en Palacio de Gobierno. Se tomó fotos, despachó y se despachó. Es, hasta cierto punto, comprensible que diga que la razón está de lado de Alan García cuando pide referéndum para aplicar la pena de muerte en el país.

Pero lo que dijo luego, cuando le preguntaron qué pensaba ella de esa sanción, fue de tal profundidad filosófica que dejó sin argumentos a los periodistas que la escuchaban: "Lo mío no es un problema de razón, sino, más bien, va más allá de la razón, que es metafísico, y quizá eso lo quieren interpretar de otra forma. Pero es metafísico, o sea, no es de lo físico, sino que va mucho más allá de la razón". ¡Plop!. Solo quedaba apagar las luces y cerrar las puertas de la Casa de Pizarro. Con esos argumentos, que García evite dejar mucho tiempo su despacho.

viernes, 12 de enero de 2007

La Buena Muerte

¡Agarren al loco!, que se viene con todo. (Foto: Paul Vallejos)


La Buena Muerte. Parece el nombre de un hueco donde se come bien y se termina mal, como tantos ‘huariques’ de tránsito obligatorio en Lima y balnearios. Pero no. Se trata del cuento chino de un japonés que, como tenía – tiene – un ‘desvío fonético fonológico’, no pudo contarlo bien. Ahora le tomó la posta nuestro dicharachero presidente García, acaso como una muestra más de la sociedad secreta que hay entre el Apra y el fujimorismo.

La tesis del cuento chino dice que para un gobierno – como el del Chino – hay muertes buenas y muertes malas; violencia buena y violencia mala; que si se viola los derechos humanos de terroristas u otros criminales execrables está muy bien y hay que aplaudir, y que para garantizar la seguridad de sus ciudadanos un Presidente debe decidir a quién se mata y a quién no. Y a exponer y defender esta teoría García le ofrece su esfuerzo y dedicación.

Por ello García insiste en pedir pena de muerte para terroristas, pese a que el debate sobre la viabilidad de esa propuesta ya se agotó, el Congreso archivó un proyecto presidencial en ese sentido, y se concluyó que medidas así son violatorias de los tratados internacionales sobre derechos humanos de los que somos parte. Por ello también cuestiona el fallo de la Corte de San José, porque dice que no se puede castigar al Perú por haber asesinado asesinos.

Preocupa el rumbo que está tomando el gobierno aprista en materia de derechos humanos, un tema muy sensible en la comunidad internacional y que tiene incidencia directa en el desarrollo de los países que, como el Perú, reciben y necesitan cooperación extranjera en muchas áreas. Hace unos días la Unión Europea (bloque con el que se busca un TLC) expresó, vía un comunicado, su preocupación por propuestas como la pena de muerte en el país.

Ahora los voceros presidenciales dirán, en el tema de la pena capital para terroristas, que García trató de cumplir con su promesa, pero que los ‘insensatos’ congresistas le dieron la espalda al pueblo al mandar a las calendas griegas el proyecto del Ejecutivo. Curiosa interpretación de lo ocurrido, donde los promotores de la muerte son los buenos y el resto, los malos. Hasta ahora todo no ha pasado de amagues que buscan el aplauso de las tribunas, algo a lo que es tan proclive nuestro presidente, pero acordémonos que no son precisamente sus principales virtudes la estabilidad emocional y la ecuanimidad.

miércoles, 10 de enero de 2007

Al presidente le hace falta un memorex

Foto de Paul Vallejos (Perú.21)

Alan García insiste en cuestionar el fallo de tribunal de San José sobre la ejecución de 41 terroristas en el penal Castro Castro en 1992, señalando que si “la Corte quiere sancionar a los responsables, que lo haga, pero el pueblo ha sido agraviado y no se le puede obligar a pagar, con sus impuestos, cientos de millones a personas que destruyeron el país”.

Es cierto que la sentencia es harto cuestionable en la forma – reparaciones y homenajes a terroristas – pero en el fondo es irrefutable: hubo, en el caso de Castro Castro, ejecuciones selectivas contra senderistas y la responsabilidad de esos crímenes de lesa humanidad – al margen de que hayan sido sanguinarios terroristas – recae directamente en el entonces presidente Alberto Fujimori. Sobre esto García se muerde la lengua con descaro. No lo condena, no lo discute. En cambio, se despacha contra Toledo y lo culpa por haberse allanado a la demanda por este caso. ¿Qué tenía que hacer entonces?, como bien lo dice el analista Santiago Pedraglio, “¿mentir?, ¿defender al gobierno de Fujimori por haber perpetrado la matanza selectiva?, ¿aducir que los muertos se suicidaron?”.

Otro asunto que no deja de sorprender –y de indignar – es la zigzagueante historia de Alan García y ese tan bien afinado olfato acomodaticio del que hace gala con habilidad, aprovechándose de la fragilidad de la memoria. O es que quizá el desmemoriado sea él. En cualquier caso, es bueno recordarle algunas cosas, a propósito de este tema. Ha dicho, parafraseando a Bolognesi y con la chillona solemnidad que suele imprimirle a sus palabras, que él defenderá “la economía del Perú hasta quemar el último cartucho".

Qué alguien nos coja confesados si esta vez va a ‘defendernos’ con la prolijidad que lo hizo entre 1985 y 1990, cuando devastó nuestra economía, disparó hasta el infinito la inflación, estatizó la banca y la gente hacía colas kilométricas para conseguir, con suerte, leche enci o azúcar, porque no era infrecuente que cuando te llegaba el turno los precios de los productos se habían elevado y el dinero que llevabas en el bolsillo solo te alcanzaba para llenar el estómago de tus hijos con una cajita de chicle adams. Se acuerda señor García de aquellas memorables épocas, ahora que responsabiliza a terceros por la indefensión del Estado ante los fallos de Corte.

En cuanto al homenaje a los terroristas ejecutados, García dice: "Supongo que será la propia Corte la que venga a construir ese monumento, porque no va a encontrar un solo peruano que quiera poner un ladrillo en favor de los asesinos del Perú". Sí hubo un peruano que, en 1988 – en pleno apogeo del terrorismo –, rindió un sentido homenaje a los senderistas. Y ese peruano era usted señor García. Durante el congreso de la juventud aprista de ese año realizado en Ayacucho el hoy mandatario dijo lo siguiente: "Sendero Luminoso tiene militantes activos, entregados, sacrificados (...) el senderista tiene lo que nosotros no tenemos: mística y entrega. Es gente que merece mi respeto y personal admiración porque son, quiérase o no, militantes". No les parece que recordar es volver a vivir, ¿qué piensan ustedes?.

martes, 9 de enero de 2007

La prueba de Alan

Foto: Fidel Carrillo (Perú.21)


Se realizó, al fin, la evaluación de los maestros. Las partes en disputa – el Ministerio de Educación y el Sutep – se autoproclamaron, como se esperaba, como los grandes triunfadores de la jornada. Los perdedores, empero, siguen siendo los millones de alumnos que soportan el pobrísimo nivel de sus maestros, situación que no va a cambiar, evidentemente, de aquí a dos meses, cuando se inicie el nuevo año escolar. Pero algo se ha avanzado.

El ministerio asegura que 150 mil profesores del país – de 261 mil – rindieron su prueba. Pero el Sutep afirma que solo lo hicieron 61 mil. Al margen de las cifras, se ha vencido parcialmente, a diferencia de la vez anterior en que se tuvo que suspender el examen, la resistencia que había a la evaluación en el magisterio, o por obediencia al sindicato magisterial o por temor a las represalias. Es una señal de que hay profesores que sí quieren un cambio.

Creo que el reto radicará en que el ministerio no pierda la perspectiva y le baje el tono al enfrentamiento con el Sutep. El sindicato no hará nada para que la politización y polarización en la relación desaparezcan, porque le conviene y aprovechará cada bravata del Ejecutivo para victimizarse. Ellos son parte del problema y no de la solución.

Si el objetivo del Gobierno, como dice el ministro Chang, es mejorar el nivel de la educación ¿por qué se insistió en una evaluación que da la impresión que se hizo al caballazo en lugar de realizar primero una capacitación?. ¿Acaso no se conocía ya en qué fallaba el sistema y cuáles eran las deficiencias de los maestros, que terminan siendo las mismas que la de sus alumnos?. ¿Qué va a pasar con el 48% de docentes que no fue a la prueba y no recibirá capacitación? ¿Va a seguir enseñando en las condiciones en que está?. Y si es así, entonces, en qué quedo eso del compromiso de mejorar la enseñanza.

Al margen de lo necesaria que son las evaluaciones a los maestros, queda la impresión de que esta prueba buscó más satisfacer el capricho presidencial que obtener información para capacitar a los docentes. Si no recordemos que el anuncio del examen al magisterio fue producto de un exceso verbal de Alan García, que sorprendió al auditorio que lo escuchaba, porque dicha propuesta no había sido planteada durante su campaña ni mencionada por su ministro del sector hasta ese momento. Propuestas e ideas – buenas – sobre qué hacer para revertir el nivel de la educación hay, lo que falta es un real compromiso político para llevarlas a cabo. Esperemos que ahora sí lo haya.

domingo, 7 de enero de 2007

Siete días en el infierno

Foto de AP


Nuestro compatriota Jaime Rázuri, reportero gráfico de la Agence France Press (AFP), fue liberado tras siete días de permanecer secuestrado en manos de un clan familiar que lo retuvo en un barrio de la ciudad de Gaza, según señalan fuentes palestinas consignadas este domingo en Peru21.com.

"Estoy bien. Estoy muy feliz de haber sido liberado. Me trataron bien y me dieron buena comida", dijo Rázuri a la AFP poco después de ser liberado.

Es, sin duda, una excelente noticia. Hay que destacar las muestras de apoyo del gremio periodístico en el Perú y el mundo para el colega que atravesó días difíciles. Diversos gobiernos también se preocuparon por su situación y condenaron este tipo de hechos en la convulsionada Franja de Gaza.

Su madre, la señora Delia Rázuri, se mostró feliz con la noticia y agradeció a la prensa por la solidaridad mostrada con su hijo.

Lo que no queda claro es el motivo por el que fue secuestrado Rázuri. No se ha informado al respecto y ya será el mismo fotógrafo el que seguramente contará los entretelones de su cautiverio en la conferencia que dará a su retorno a Lima.

Aquí algunos links de interés sobre el tema:

sábado, 6 de enero de 2007

La tentación de lo imposible

Foto tomada de Perú.21

La indignación que ha generado en el país el fallo de Corte de San José por la masacre de terroristas en el penal Castro Castro, será una prueba de fuego para el gobierno aprista para que no termine cediendo a la tentación facilista – y populista – de salirse de la competencia de la Corte de San José, que fue reconocida por el Perú en la asamblea constituyente de 1978, que presidió el fundador del APRA, Víctor Raúl Haya de la Torre.

Voces en el APRA ya han planteado el retiro del Perú del sistema interamericano de justicia, olvidando no solo lo que costó sobreponerse de las tropelías de Fujimori y Montesinos sino también la ardorosa oposición aprista en el Congreso cuando el extraditable pretendía hacer lo que hoy se vuelve a plantear.

Esperemos que se trate de una reacción hepática y primaria ante un fallo excesivo y que no haya, detrás, la intención de proteger intereses distintos a los del país y los peruanos en su conjunto, ante nuevos fallos de la Corte que podrían mellar este gobierno. Los crímenes de lesa humanidad son imprescriptibles y perseguibles en casi en todo el mundo. Si lo que se busca en el fondo, al renunciar a la competencia del sistema interamericano, es defender intereses subalternos y desproteger a millones de peruanos que no tienen acceso a la justicia en el Perú, se estará cometiendo un grave error.

Pero la confusión crece con los mensajes que está enviando el oficialismo en este caso. Es conocido que el Perú es signatario de tratados internacionales que ratifican la competencia de la Corte, cuyos fallos son inapelables y de cumplimiento obligatorio, y por más precisiones que se pidan, el Gobierno sabe que el fondo de la sentencia no va a variar. Debería estar pensando cómo la cumple de la manera más sobria posible y le explica al país que no queda otro camino, que no es posible mandar al diablo a estos jueces que desconocen el dolor que el terrorismo nos causó, y que acatar el fallo, en el fondo, significa también un beneficio para millones de peruanos que seguirán contando con un mecanismo de defensa de sus derechos en un país donde la justicia suele ser una utopía.

De otro lado, ya se está volviendo sintomático en el gobierno aprista echarle la culpa a la gestión de Toledo de todo lo que pasa en el país. Lo último ha sido esta sentencia de la Corte. El premier y el canciller han dicho que fue un error que durante el gobierno de la Chakana el Estado peruano se haya allanado, ante el tribunal, a la demanda por el caso de Castro Castro; es decir, haya admitido su culpa. Del Castillo debería saber, como abogado, que cuando alguien admite su responsabilidad ante un juez por un delito que se le imputa – y en este caso las pruebas y testimonios de que hubo una masacre en el penal son abundantes – lo hace con el objetivo de atenuar su pena. No es justo que se le achaque a Toledo culpa por la resolución del tribunal de San José.

Link: Lea aquí toda la sentencia de la Corte de San José sobre Castro Castro.

jueves, 4 de enero de 2007

Heduardicidios en su punto

Tomado de Perú.21

Con notable agudeza, Heduardo sacude los temores de algunos despistados fujimoristas que se creyeron el cuento de que el fallo de la Corte de San José por la matanza de terroristas del penal de Castro Castro perjudica a su líder. Tranquilos, muchachos. Quien sí debe estar asustado es Alan García (y Luis Giampietri), quien ya debe estar imaginando qué dirá este tribunal por el caso del Frontón.

miércoles, 3 de enero de 2007

La complicada regionalización

La descentralización será uno de los principales retos que tendrá el Gobierno en 2007. Si bien ha dado señales concretas de avanzar en ese sentido, como iniciar la gradual transferencia a las regiones de 187 funciones antes de que acabe este año, para evitar morir en el intento tendrá que ver mucho la ‘muñeca política’ del Gobierno Central, más todavía si tomamos en cuenta las primeras señales que vienen dando las nuevas autoridades regionales y locales, que el 2 de enero asumieron funciones.

A estas alturas resulta evidente que si el Ejecutivo no hila fino, el panorama se puede ensombrecer. Mientras el Gobierno se esmera en dar señales inequívocas de respeto a la estabilidad jurídica – a veces petardeada desde el mismo Apra, pretendiendo la estabilidad laboral absoluta o el retorno a la Carta del 79 –, los primeros mensajes que llegan de las regiones hablan de revisar o anular contratos con empresas privadas en sus jurisdicciones.

Esta también el hecho de que varios presidentes regionales son independientes y tienen agenda propia y, a la vez, distintas entre sí, y cuentan con el suficiente peso político y respaldo de su gente para cumplir sus promesas de campaña, poniendo, de ser necesario, al Ejecutivo contra la pared. Uno de ellos es Juan Manuel Guillén, aquel del ‘Arequipazo’, quien ya anunció que una de sus primeras medidas será la renegociación de los contratos con las mineras. Pongan atención, además, a estos nombres: Hugo Gonzáles (Cusco) y César Álvarez (Áncash).

Pero sin duda, el más surrealista promete ser el radical Hernán Fuentes Guzmán, quien durante su juramentación como presidente regional de Puno, que se realizó en la Plaza de Armas de la ciudad, mostró su vena sadomasoquista y ser amante de la dominación, pues usó a mujeres con látigos en la mano como cuerpo de su seguridad personal. En la ceremonia se observaron banderolas del “Che” Guevara y de Patria Roja.

martes, 2 de enero de 2007

Alan apadrina a sus engreídos

Foto: Andina

A falta de actividades propias de su condición de jefe de Estado, Alan García decidió este 1 de enero, en lugar que tomarse un merecido descanso en alguna playa del sur, continuar con sus diarias jornadas de ‘exhibicionismo’ mediático. Y no importa si para ganar presencia en la prensa da una pésima señal, al asistir a las juramentaciones de autoridades regionales y distritales electas en las que nada tiene que hacer.

Tampoco parece importarle que al ir a unas cuantas de estas ceremonias da la impresión de tener ciertos favoritismos. Cualquier otro alcalde o presidente regional podría reclamarle, con justa razón, que no haya ‘honrado’ con su presencia el acto protocolar donde juró su flamante cargo.

Su jornada empezó temprano. García llegó hasta la fortaleza del Real Felipe para participar en la ceremonia de juramentación de Alex Kouri como presidente regional chalaco, y aprovechó la ocasión para perorar de lo que le gusta y callar lo que le incomoda (no declaró a la prensa); por la tarde estuvo acompañando al flamante alcalde de Breña, el ‘compañero’ José Gordillo.

Y cerró el día en el Palacio Municipal de Lima, donde estuvo en la ceremonia del reelecto Luis Castañeda acompañado de Mercedes Cabanillas y Jorge del Castillo. La plana mayor del Apra celebró la reelección del burgomaestre como si fuera un ‘compañero’ más. ¿Qué dirá Lourdes Flores de todo esto? Y a propósito ¿dónde estuvo? ¿Qué estará cocinando Alan Gabriel Ludwing con Kouri y Castañeda? El 2011 se sabrá.

A este paso, García superará a su hoy 'amigo' Hugo Chávez, que habla y habla todos los días, martirizando a los periodistas que lo tienen que escuchar. Solo falta que hagan un programa juntos en la TV, al estilo de 'Aló presidente'.

De otro lado, es curioso escuchar ahora a Castañeda: convocó a los alcaldes distritales para trabajar juntos para mejorar la calidad de vida de la gente de la capital. “Ése es el mensaje, trabajar en concertación por encima de colores e intereses políticos”, comentó en la sede el Municipio de Lima. ¿Cómo? Y por qué Lucho no practicó durante los últimos cuatros años lo que ahora pregona con tanto entusiasmo. O es que acaso no se acuerda que nunca recibió a los burgomaestres que lo buscaban y tocaban la puerta de su despacho. ‘Tribunero’ había resultado. Por eso quizá se lleve tan bien con Alan.

PD: Qué bicho le pico a Castañeda. Se mandó con un inflamado discurso, al mejor estilo de los balconazos del joven Alan García de la década del 80, donde franeleó a medio mundo - hasta dijo que Del Castillo fue un buen alcalde -. Ah, pero no mencionó a Lulú.